Santo Domingo.- El padre biológico de Marlon Martínez, principal sospechoso del asesinato de la adolescente Emely Peguero, es un general de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD).
Se trata del general Víctor Reynoso Hidalgo, quien además es co-propietario de la compañía de helicópteros Aviajet en sociedad con el exministro de las Fuerzas Armadas Ramón Aquino García y el senador Félix Baustista.
Trascendió que el general nunca habría tenido contacto con su hijo Marlon, a quien la madre del joven no le permitió declarar.
El pasado miércoles la jueza de la Oficina de Atención Permanente de la Provincia de las Hermanas Mirabal, Amanda Noemi Tejada, dictó tres meses de prisión preventiva como medida de coerción a Marlon Martínez, novio de Emely Peguero, de 16 años y con cinco meses de embarazo, cuyo cadáver fue encontrado dentro de una maleta, en La Güaba, Cayetano Germosen, provincia Espaillat.
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Marlon Martínez junto a su madre Marlin Martínez. Ambos están detenidos en relación a la desaparición de la menor Emely Peguero Polanco. |
La menor salió a las 8:30 de la mañana de su casa, en la comunidad de Santa Ana, Cenoví, con su novio Marlon Martínez, con destino al Centro Médico Nacional de San Francisco de Macorís, pero nunca llegaron ni tampoco ella regresó a su casa.
Marlon Martínez y su madre Marlin Martínez tuvieron oculto el cuerpo de la adolescente Emely Peguero en la finca de un amigo de la familia y llegaron a proponerle al Ministerio Público que revelarían su paradero a cambio de que a la mujer no le dictaran prisión como medida de coerción.
Los ahora imputados movieron en por lo menos dos ocasiones el cuerpo de Emely luego de que ésta falleciera cuando el propio Marlon le estaba practicando un aborto destrozando en el vientre la criatura de seis meses de concebida.
El aborto fue practicado en un apartamento propiedad de Marlin, donde falleció Emely como consecuencia de una hemorragia.
Marlon entonces introdujo el cadáver de su novia en un saco y la metió en el baúl del carro, tirando el cuerpo debajo del puente Colón, en Cenoví, San Francisco de Macorís.
En la conocida como bomba de Cenoví, Martínez utilizó el celular de Emely para enviarle un mensaje de texto a la hermana de la víctima para hacer creer que ésta aún estaba viva.
Según las investigaciones preliminares, posteriormente vuelve a recoger el cadáver y lo llevan a la finca donde permaneció oculto y lo introducen entonces en una maleta para lanzarlo en otro lugar.