Sería un doble crimen si nos quedamos callados, como hace la gran mayoría, ante tanta basura, desorganización, contaminación y funcionarios ineptos. Nos convertiríamos en cómplices por omisión si hacemos eso, cosa que jamás haríamos.
Ser barahonero no es apoyar lo mal hecho, ni cobrar para defender a los bergantes que nos mal dirigen, ese gentilicio debe ser un orgullo, amor y defensa incondicional de este noble pueblo digno de mejor suerte. No confundamos a la gente con palabras bonitas ni frases altisonante que ocultan una defensa vergonzosa.
El basurero que muestra la foto está en Río Sito y tiene ahí años sin que el ayuntamiento haya podido ni querido resolver esa vergüenza, la ineptitud es lo que prima en esa organización, decir otra cosa es mentirle al pueblo para defender lo indefendible.
Miren los niños y jóvenes que están pasando entre la basura, ese es el ejemplo que les estamos dando con este desorden. ¿Hasta cuando Padre Amado?
Tomado Del Barahonero