Respuesta mixta de Rusia a la oferta de la OPEP para limitar la producción de petróleo. Vladimir Putin, presidente de Rusia, aseguró ayer que su país está dispuesto a congelar e incluso recortar
la producción de petróleo junto a la OPEP. No obstante, Igor Sechin, presidente de Rosneft (petrolera estatal rusa), ha señalado hoy que su empresa no tiene por qué sumarse al acuerdo de la OPEP.
Ante esta contradicción, los futuros de petróleo para entrega en diciembre registran pérdidas superiores al 1,5%. El West Texas cae hasta los 50,5 dólares el barril, mientras que el petróleo de tipo Brent, de referencia en Europa, corrige hasta los 52,2 dólares por unidad.
Sechin ha declarado que por qué Rusia debería hacer lo mismo que la OPEP, en declaraciones a la agencia Reuters. El máximo dirigente de Rosneft ha asegurado que la firma estatal tiene previsto incrementar su producción diaria de crudo por encima de los 4,1 millones de barriles producidos en 2015.
Esta declaración del mandamás de Rosneft va en la dirección opuesta a las declaraciones que realizó este lunes Vladimir Putin. No obstante, no sería la primera vez que Sechin muestra su negativa a cooperar con la OPEP, mientras que fuentes del Gobierno ruso lanzan mensajes apaciguadores y de cooperación. Es decir, Rusia podría estar jugando al despiste, puesto que la amistad entre Putin y Sechin es sólida y de años.
Un acuerdo poco creíble
A pesar de que la OPEP haya llegado a un acuerdo para limitar su producción a 32,5 millones de barriles al mes, las movimientos en el mercado tampoco responden a este compromiso alcanzado en Argel hace dos semanas.
Hoy mismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado su informe mensual sobre el mercado de petróleo en el que muestra que el cártel de la OPEP bombeó un récord en septiembre de 33,64 millones de barriles diarios (mb/d), un incremento liderado por Irak y a la reapertura de yacimientos en Libia.
Además, la complejidad que supone llevar a cabo el acuerdo de la OPEP preocupa a los analistas. Si países como Libia, Irán y Nigeria se ven 'liberados' de la implementación de recortes en la producción (por motivos especiales), Arabia Saudí, Venezuela e Irak tendrán que acometer mayores recortes.
Desde Goldman Sachs creen que el cumplimiento del acuerdo es realmente complejo. Por un lado está la exención de países de la OPEP, como los destacados anteriormente; por otro la falta de compromiso por los grandes productores ajenos al cártel, como Rusia.