Las petroleras están alquilando buques para almacenar el petróleo que no cabe en los depósitos de tierra del noroeste de Europa. Los tanques de crudo en Amsterdam, Róterdam y Amberes han alcanzado su mayor nivel de existencias desde 2013, por lo que algunas petroleras están buscando buques para usarlos como depósitos flotantes. Mientras tanto, el petróleo sigue registrando caídas en los mercados de futuros y tocando mínimos de los últimos tres meses.
Esta situación de exceso de oferta e inventarios, junto a la fortaleza del dólar (el precio del crudo está denominado en dólares) está llevando al petróleo a mínimos de los últimos tres meses. El barril de Brent para entrega en enero ha llegado a tocar los 44,05 dólares por barril, mientras que el West Texas, que registra caídas superiores al 1%, ha llegado a tocar los 42,56 dólares la unidad.
Desde Bloomberg avisan de que este exceso de petróleo podría ser aún mayor a corto plazo. Esta zona de Europa, que normalmente atesora los inventarios de crudo de gran parte del continente, recibirá el próximo mes de diciembre el mayor cargamento de crudo en cuatro años y medio.
Entre 14 y 16 buques del tipo Aframax están actualmente acumulando petróleo en el Mar del Norte, según Jonathan Lee, CEO de Tankers International. Parecía que el petróleo había tocado fondo en febrero de este año cuando los precios se desplomaron por debajo de los 30 dólares. Sin embargo, la situación futura del petróleo es una incertidumbre total, cualquier cosa puede pasar, puesto que la producción futura de oro negro depende de decisiones políticas, más que de incentivos del mercado.
Todos abren el grifo
Por un lado, Brasil, Canadá, Rusia y Kazajistán están incrementando su producción y abriendo nuevos pozos. Irán, por su parte, ha anunciado que su producción aumentó en 210.000 barriles diarios hasta los 3,92 millones de barriles al día en octubre respecto al mes anterior, el mayor incremento que ha registrado el país desde que levantaron las sanciones comerciales. De modo que todo parece depender de la decisión final de la OPEP el 30 de noviembre en Viena.
Olivier Jakob, estratega de Petromatrix, explica a Reuters que se necesita un acuerdo significativo de la OPEP para que el crudo Brent vuelva a acercarse al nivel de los 55 dólares, como hizo a principios de octubre. También reconoce que la falta de consenso en el cártel podría enviar los precios por debajo de los 40 dólares.
Gary Ross, presidente de PIRA Energy Group, cree que si no se llega a un acuerdo, los precios podrían caer hasta los 35 dólares el barril, mientras que si se logra un consenso con recortes importantes, el barril tiene recorrido alcista hasta los 60 dólares la unidad.
David Hufton, analista de PVM Oil Assciates, destaca que "la OPEP sabe lo que necesita, pero pocos miembros están de acuerdo de enfrentarse al dolor que supone recortar la producción para impulsar los precios, sabiendo además que un incremento de los precios supondría un incentivo para que los productores externos a la OPEP produzcan más petróleo, retrasando el equilibrio final del mercado".
Pero hasta que llegue el 30 de noviembre, los países de la OPEP están buscando su propio beneficio. Abhishek Deshpande, analista de Natixis en Londres, explica que algunos miembros del cártel está aumentando su producción con una intención clara: "Si se llega a recortar la producción, países como Irán e Irak partirán de esos niveles", que son mucho más elevados que hace unos meses.