La familia tradicional es una institución que padece una gran crisis y fraccionamiento. La familia monoparental (dirigida por un solo cónyuge) no obstante sus consecuencias negativas en la economía doméstica y en la crianza de los hijos, es la lógica dominante en la sociedad dominicana, ya que el 50% de los hogares están dirigidos por mujeres solteras.
En República Dominicana hay un aumento progresivo de la jefatura femenina de hogares: en 2006 era de un 30.7%; en 2009 fue de 34.3%; un 38% para el 2011 y hoy es del 50%. El dato es escalofriante, porque significa que más de tres millones de personas viven en hogares dirigidos y proveídos solo por mujeres.
Existe un riesgo permanente de pobreza en los hogares monoparentales, porque la mujer debe asumir enteramente la manutención familiar, debido a la irresponsabilidad del padre, quien, tras la separación, suele eludir la responsabilidad económica frente a los hijos, lo cual es un mecanismo de violencia económica intrafamiliar.
Asimismo, en la República Dominicana comienza a hacerse notoria la Familia Adoptiva, que son parejas que por razones de salud o de edad deciden o están imposibilitados de tener hijos biológicos y prefieren adoptarlos.
La Familia Sin Hijos comienza también a posicionarse, especialmente en elementos de clase media, que abdican de tener descendencia, porque persiguen éxito económico o profesional y ven en los hijos un contratiempo. No hay estadísticas de estos grupos.
La familia homoparental, aquella integrada por padres del mismo sexo, comienza a extenderse en República Dominicana. Se observa un proceso –cada vez mayor- de visibilización de la homosexualidad, especialmente femenina, la cual años atrás era casi desconocida y sobre la cual actualmente se observa una mayor tolerancia, a tal grado que en cualquier ciudad dominicana parejas de homosexuales conviven con normalidad en el barrio. Solo en la provincia de San Juan hay organizados en una asociación LGBT mil ochocientos homosexuales. En municipios pequeños como Las Matas de Farfán y El Cercado, hay una colonia importante de gays, que viven sin cortapisas.
Asimismo, en la televisión nacional hay una presencia importante de talentos de inclinación homosexual libremente asumida.