SANTO DOMINGO.- La Iglesia Católica dijo que los dominicanos tenemos que enfrentar hoy la batalla contra la corrupción, la inseguridad ciudadana y la falta de transparencia a todos los niveles.
Sostuvo que hay que sentar las bases de una sociedad sustentada en valores, donde los privilegios particulares no ahoguen los anhelos de una comunidad nacional que busca vivir con dignidad.
En su editorial el Semanario Camino, órgano informativo de la Conferencia del Episcopado Dominicano, considera que la batalla de hoy es hacer cumplir la ley, caiga quien caiga. “No se admiten titubeos ni complicidades con los que hacen daño a los más pobres y excluidos de la sociedad”.
“Sólo así florecerá la semilla de la esperanza, para darnos una cosecha de estructuras nuevas, por donde transiten unas relaciones sociales armoniosas, revestidas de justicia y alegría fraterna”.
El semanario Camino en su editorial titulado “La otra batalla”, indica que “en marzo, los dominicanos estuvimos pendientes de los acontecimientos históricos que marcaron el nacimiento de la Patria. Nos referimos a las batallas del 19 y 30 de marzo, en Azua y Santiago, que fueron decisivas para alcanzar el sitial libertario en el concierto de las naciones”.
Agrega que “las luchas fueron feroces. Hubo sangre derramada. Entrega sin reservas. El heroímo de aquellos hombres marcó el camino para encontrar la libertad, secuestrada por el vecino invasor. El Norte y el Sur unieron voluntades para alcanzar el ideal común”.
Recordó que fueron años de entrega y sacrificios. Se enterraron el miedo y el egoísmo, para pensar en la colectividad.
“A pasar los años, los dominicanos de hoy tenemos que enfrentar otra batalla, en esta ocasión, en contra el mal de la corrupción, la seguridad ciudadana y la falta de transparencia a todos los niveles que padece nuestro pueblo. Esta lucha no es menos riesgosa que aquellas que libraron nuestros antepasados”, añade.
Agrega que “estamos conscientes que hay intereses muy fuertes que son defendidos a cualquier precio. Estamos en peligro. Lo incorrecto, lo mal hecho, quiere imponerse como lo normal. El sueño de los forjadores de nuestra nacionalidad se nos aleja”.