RÍO DE JANEIRO.- El ex presidente de la constructora Odebrecht, Marcelo Odebrecht, dijo en un testimonio a la Justicia divulgado este miércoles que abrió una cuenta con unos 40 millones de reales ($13 millones) para financiar gastos particulares de Luiz Inácio Lula da Silva tras su salida de la Presidencia de Brasil.
Odebrecht dijo que la apertura de la cuenta fue negociada en 2010 con Antonio Palocci, exministro de Hacienda de Lula, pero que estaba destinada a ofrecer favores al exmandatario debido a que mantenía su poder como principal líder del Partido de los Trabajadores (PT) y era padrino de la entonces presidenta, Dilma Rousseff.
El empresario agregó que de la cuenta bautizada como “Amigo”, como Lula era conocido en las planillas de sobornos de Odebrecht, fueron retirados diferentes recursos entre 2011 y 2014, entre los cuales los destinados a la compra de un terreno en el que se construiría la sede del Instituto Lula.
“Había un saldo de unos 40 millones de reales en esa cuenta. Sabíamos que Lula tendría demandas después de dejar la Presidencia para asuntos como el Instituto, entre otras cosas”, afirmó el expresidente de la mayor constructora de Brasil según las grabaciones hechas públicas este miércoles por la Justicia.
La declaración fue dada por el empresario en el interrogatorio al que fue sometido el pasado lunes por el juez federal Sergio Moro, responsable por la investigación del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Marcelo Odebrecht, que ya fue condenado a 19 años de prisión por su responsabilidad en los desvíos en la petrolera estatal, aceptó colaborar con la Justicia y revelar lo que sabe de la trama a cambio de reducciones en sus futuras condenas.
La divulgación de un testimonio que estaba bajo sigilo se produjo un día después de que la Corte Suprema anunciara que autorizó la apertura de 76 investigaciones contra casi cien políticos con fuero privilegiado citados en las delaciones de ejecutivos de Odebrecht.
Odebrecht dijo que la cuenta para atender las necesidades de Lula fue abierta inicialmente con 35 millones de reales (unos $11.3 millones) y que acordó con Palocci que de ese saldo serían retirados recursos cada vez que el expresidente necesitase.
“Pusimos 35 millones de reales para lo que fuese determinado por Lula porque sabíamos que él aún tenía influencia en el PT”, dijo.
Agregó que del saldo inicial fueron retirados gradualmente recursos cada vez que Palocci entró en contacto para relatar una necesidad del exjefe de Estado.
“Hubo algunos en que Palocci pedía dinero en efectivo y avisaba que era de la cuenta Amigo. Entonces yo sabía que se refería a Lula y se descontaba de esa cuenta”, dijo.
Odebrecht admitió que no tiene cómo comprobar que todo lo retirado de esa cuenta fue solicitado por Lula aunque dijo que en algunas ocasiones sí percibió que se trataba de asuntos demandados por el expresidente, que ya es reo en cinco procesos.
“Lula nunca me pidió directamente. Todo lo hacíamos por intermedio de Palocci. Obvio que tras algunos usos quedó claro que realmente era para Lula. Las dos veces que pude comprobar que Lula tenía conocimiento de esa cuenta fue cuando recibimos la petición para comprar el terreno del Instituto Lula y una solicitud de una donación para el Instituto”, dijo.
El empresario también admitió que hizo donaciones ilegales para las campañas electorales del PT, incluyendo 50 millones de reales (cerca de $16 millones) para la campaña presidencial de Rousseff en 2010.
Los favores a Lula también fueron citados por otros ejecutivos de Odebrecht que aceptaron colaborar con la Justicia.
Según uno de los testimonios, el expresidente se comprometió a mejorar la relación entre la constructora y el Gobierno de Rousseff a cambio del apoyo de Odebrecht a proyectos de uno de sus hijos.
Otro delator dijo que el ex jefe de Estado tenía conocimiento de la mesada que Odebrecht le pagaba a uno de sus hermanos.
Los ejecutivos de Odebrecht también dijeron que la constructora financió una serie de obras en una casa de campo a la que Lula acostumbraba ir con su familia en temporadas de vacaciones.
El martes, tras la filtración de parte de la declaración de Odebrecht, Lula volvió a defender su inocencia, criticó la divulgación de declaraciones “mentirosas” a la prensa y señaló que no se le “pasa por la cabeza” ir a prisión.