El proyecto Domingo Savio, que anunció el presidente Danilo Medina en febrero pasado, habría definido desalojar 1,384 viviendas del borde de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, principalmente de la margen del río Ozama.
Unas 546 casas para dar paso a vías en el interior de los sectores mencionados, según un mapa que presentó al Comité Para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA) y a Ciudad Alternativa la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita (URBE) que tiene a su cargo el proyecto.
El proyecto tiene bien definidas las zonas de mayores riesgos, sobre todo, las más cercanas al Ozama y a cañadas, así como los ejes de las vías a intervenir, una ruta de transporte a cargo de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y un acuabús que conectaría con el Sistema del Metro.
Sobre OMSA, según el mapa presentado, el gobierno tiene proyectado varias estaciones, en tanto que para el acuabús, un sistema de microbuses por el río, sugiere entre tres o cuatro paradas.
Además de la avenida de El Río, las autoridades prevén otra avenida de siete metros para conectar a ambos sectores por el interior.
Plan Cigua. Nicanor Soriano, coordinador de COPADEBA, informó que URBE se interesó por conocer el Plan CIGUA, por lo que han entregado informaciones al respecto sobre cómo fue concebido y la manera en que podría ayudar a desarrollar el proyecto del presidente Medina.
Cuando se elaboró el Plan CIGUA en la Ciénega y los Guandules habitaban nueve mil familias, pero actualmente existen más de 13 mil. Señala que en ese entonces existían zonas que no estaban habitadas, por su vulnerabilidad a inundaciones, pero que hoy están ocupadas, como el Arrozal, Los Cocos, la parte baja de Los Olivos y otros.
Precisó que URBE pretende iniciar los trabajos por la avenida de El Río o Perimetral, que tendría cuatro carriles y que conectaría con la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó (Del Puerto).
Interrogantes. Soriano estima que todavía existen algunas interrogantes que URBE deberá responder, ya que de las viviendas a desalojar hay muchas en la que habitan varias familias, las que habrá que tomar en cuenta.
Sostuvo que la demanda de las instituciones que inciden en la zona de impacto es que el proceso sea integral, pero sobre todo, para beneficio de la gente que históricamente ha habitado en el área.
El dirigente comunitario lamenta que todavía URBE no cuenta con el tipo de vivienda a construir para quienes serán desalojados, pero que tenían cuatro modelos para presentarlos.