GINEBRA.- Cada año fallecen 1,2 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años por causas evitables, y más de dos tercios de las muertes suceden en los países en vías de desarrollo, especialmente en África y en el sureste asiático, según un informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud.
Los accidentes de tráfico (115,302), las infecciones respiratorias (72,655), los suicidios (67,149), las enfermedades diarreicas (63,575) y los ahogamientos (57,125) fueron las principales causas de muerte entre los adolescentes en 2015, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al menos 3,000 menores perdieron la vida cada día a lo largo del periodo analizado en el informe “Acelerador de la Acción Global en favor de la Salud de los Adolescentes: Guía para apoyar la implementación en cada país”.
Los datos divulgados por la OMS presentan diferencias considerables entre los adolescentes por género y por grupos de edad.
Los accidentes de tráfico son la causa de muerte más extendida en general entre los adolescentes y también en el caso de los hombres, mientras que el principal motivo de mortalidad femenina son las infecciones respiratorias pulmonares.
En la mayoría de ocasiones los menores fallecidos en la carretera son usuarios vulnerables: peatones, ciclistas o conductores de motocicletas.
Casi el triple de varones adolescentes (88,590) que de mujeres de la misma edad (26,712) perecieron por heridas ocasionadas en accidentes en la vía pública.
Muchas de las infecciones del aparato respiratorio, que causaron la muerte a 36,637 mujeres y a 36,018 hombres adolescentes, son provocadas por la inhalación de aire contaminado en sus propias casas, donde aún cocinan con combustibles sucios.
Los suicidios y las autolesiones constituyen la segunda causa de mortalidad entre las chicas de todo el mundo (32,194) y la quinta entre los varones (34,650).
En Europa es la primera entre los menores, señala el estudio, que no aporta cifras por regiones.
Además, los chicos adolescentes tienen más probabilidades de perder la vida en peleas y enfrentamientos violentos (42,277) y de morir ahogados (40,847), mientras que las chicas fallecen más a causa de enfermedades diarreicas (32,194).
El estudio prueba que para las mujeres de entre 15 y 19 años la primera causa de muerte son las complicaciones derivadas del parto o de aborto, una problemática que, en total, acaba con la vida de 28,886 chicas adolescentes cada año.
En algunos países de África las enfermedades contagiosas -en especial el VIH/Sida-, las infecciones respiratorias, la meningitis y las enfermedades diarreicas se cobran más vidas adolescentes que los accidentes de tráfico.
Según las conclusiones del informe, la gran mayoría de las muertes de adolescentes se podrían prevenir con una mejora de los sistemas de sanidad y de educación públicos y con más campañas de sensibilización sobre conductas de riesgo.
El informe descubrió que, en muchos casos, los adolescentes con trastornos mentales, adicciones a las drogas o problemas de alimentación no pueden acceder a servicios básicos de prevención y tratamiento, ya sea porque estos no existen o porque no los conocen.
“Los adolescentes han sido los grandes ausentes de los planes nacionales de sanidad durante décadas”, reconoció en un comunicado la directora general adjunta de la OMS, Flavia Bustreo.
Para Bustreo, inversiones relativamente modestas dirigidas a este grupo de población resultarían en una generación de adultos más saludable, dado que es en la adolescencia cuando las personas desarrollan comportamientos de riesgo que tienen un impacto importante en su futuro, tales como la una mala alimentación, inactividad física o prácticas sexuales peligrosas.
“Mejorar la rama del sistema sanitario que se ocupa de los adolescentes es un primer paso para mejorar su salud. Los padres, las familias y las comunidades también tienen el potencial para influir de forma positiva en el comportamiento y en la salud del menor”, dijo el director del departamento de infancia de la OMS, Anthony Costello.
El informe divulgado hoy recomienda intervenciones en todos los sectores de la sociedad.
Desde promover programas de educación sexual integral en las escuelas a limitar la edad máxima de consumo de alcohol, imponer los cinturones de seguridad y los cascos como norma en la vía pública, reducir la polución en el interior de la vivienda, mejorar el acceso al agua y fomentar una buena higiene personal. ,