En trece años consecutivos con el control del poder del Estado, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) como institución política ha caído en una especie de condición inerte, con acuerdos que no se cumplen, sin renovación desde el 2001, inactividad orgánica, miembros de su cúpula sometidos a la justicia, dividido en dos corrientes y un ambiente donde reina el sentimiento de distanciamiento entre la cúpula y la base, así como desconfianza entre sus dirigentes.
A pesar de todo eso, el PLD sigue siendo el único partido fuerte que le queda al sistema político dominicano y la madurez histórica que han mostrado sus dirigentes, en el manejo de las diferencias, constituyen una esperanza de sobrevivencia para la organización. En eso precisamente radica el éxito electoral que ha cosechado desde el 2004 con seis victorias consecutivas con votaciones por encima del 50. Pero en los hechos, el éxito de esa gran maquinaria política parece que consume la fortaleza institucional que históricamente ha caracterizado al partido oficial.
En la actual coyuntura política, donde todos los partidos de oposición se han unido contra el PLD y el gobierno del presidente Danilo Medina, la situación de presión generada por el Movimiento Verde y el sometimiento a la justicia de varios dirigentes de la organización por el escándalo de corrupción, el Comité Político lleva tres meses sin reunirse.
El exvicepresidente de la República, y miembro de ese órgano, Rafael Alburquerque, explicó que justo ahora “el Comité Político consideró no prudente reunirse”. Dijo que tanto Fernández como Medina tienen contacto permanente con los miembros de la cúpula para trazar las estrategias que requiere este momento. La falta de interacción con sus principales autoridades, es decir, el presidente Fernández y el secretario general, Reinaldo Pared Pérez, es una queja permanente de los peledeístas.
Pared Pérez es senador de la capital desde el 2006 y ha presidido esa Cámara en 2006-14 y actualmente. Escasamente visita la Casa Nacional, donde funciona la secretaría general. De hecho, la mayoría de los asuntos concernientes a esa instancia los lleva desde hace muchos años su asistente personal y miembro del Comité Central del PLD, Maribel Acosta.
En tanto, Fernández desde que salió de la presidencia de la República en el 2012 ha llevado una apretada agenda internacional vinculada a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) y luego como presidente de la Fundación Unión Europea- América Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC), que lo habían mantenido casi ausente en los asuntos internos del PLD.
Sin embargo, reconociendo que el PLD no puede seguir siendo “solo una maquinaria electoral”. Precisamente este año Fernández ha reducido sus viajes al exterior y específicamente en los últimos tres meses ha cancelado varias visitas a países de Europa para concentrarse en las tareas internas de su organización.
Una muestra es que encabeza la comisión del Comité Político que está trabajando el tema de la ley de partidos y organizaciones políticas con quienes sostiene reuniones semanales en la Casa Presidencial del PLD y Funglode para avanzar en el consenso del proyecto.
El expresidente también recibe comisiones de los distintos secretariados que trabajan para poner en acción las resoluciones aprobadas en el VIII Congreso.
Cuatro de esas resoluciones, el Comité Central las dejó sobre la mesa porque dependerán de los cambios que traiga la ley de partidos y organizaciones políticas. El año pasado Fernández también estuvo en el centro de la elección de los miembros de la Junta Central y ha facilitado la participación de la sociedad civil en la discusión de la ley de partidos.
Acuerdos por desconfianza
Sobre las situaciones de conflicto que el PLD ha presentado desde el 2015 y que se han resuelto sobre la base de acuerdos aprobados por el Comité Político, Leonel Fernández ha mantenido firme en que deben de cumplirse en todas sus partes, producto de eso, Rubén Maldonado asumirá la presidencia de la Cámara de Diputados, a pesar de que había aprestos para que continuara Lucía Medina.
Para despejar el ambiente sobre el cumplimiento de ese acuerdo, entre los seguidores de Fernández y Medina hubo fuertes enfrentamientos públicos al punto que Franklin Almeyda, amenazó que si no se cumplía lo acordado “se rompe la baraja”. Sin embargo, uno de los puntos más importantes del acuerdo del Comité Político del 2015, fue la promesa de someter una reforma constitucional para hacer más rígida la Constitución a futuras modificaciones pero de eso nadie habla en el partido oficial a pesar de que tiene mayoría en el Congreso.
Tres figuras claves del PLD sometidas a justicia
Desde el 2012 varios dirigentes claves del PLD han sido sometidos a la justicia. El primero fue el secretario nacional de Organización y senador de San Juan, Félix Bautista, acusado por la Procuraduría, bajo la dirección de Francisco Domínguez Brito, de enriquecimiento ilícito mientras estuvo al frente de la Oficina Supervisora de Obras del Estado (OISOE). Más recientemente, acusados de supuestamente recibir soborno fueron sometidos: Víctor Díaz Rúa, secretario nacional de Finanzas y Temístocles Montás, exjefe de la política económica de los gobiernos del PLD y secretario de asuntos internacionales de la organización. Al momento de ser detenido, Montás se desempeñaba como ministro de Industria y Comercio y hasta el 2012, encabezó el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Sociedad civil
Algo que ha generado quejas permanentes en el PLD es la presencia de figuras de la sociedad civil en el gobierno de Medina.
Leonel Fernández
El PLD no será una maquinaria electoral, será el partido que siempre soñó el profesor Juan Bosch. La cantidad tiene que generar la calidad”