El Partido de la Liberación Dominicana, tras diecisiete años al frente del Estado –trece consecutivos- se encuentra en el umbral de su ocaso, debido al errático camino seguido por su actual grupo hegemónico.
Aunque se ha producido un desgaste natural, por el largo tiempo dirigiendo los destinos nacionales, son muchos los errores cometidos por el liderazgo morado aposentado desde el 2012 en la Casona de la calle doctor Delgado, lo cual anticipa el destronamiento de esta fuerza política.
Veamos cinco factores:
1.- La marginación y virtual exclusión del poder de los seguidores del expresidente Leonel Fernández, ha producido una situación de molestia al interior del partido gobernante. Los “leonelistas” han sido orillados, sentados a quemar banco en el dugout, distanciados de los espacios de toma de decisión. En todas las provincias y municipios dicen que los actuales mandantes tratan como tísicos o leprosos a los parciales de Fernández, a los cuales ni se les acercan. En el caso de la provincia San Juan, todo el poder gira alrededor de dos personas, que de forma omnímoda, dirigen la desafinada orquesta.
2.- Los organismos internos del partido se encuentran en reposo. Los comités de base e intermedios y los Comités Municipales y Provinciales tampoco se reúnen. Son entidades mortecinas, cuyos dirigentes se observan oxidados por la inacción.
3.- La instrumentalización darwinista de la lucha contra la corrupción. La supuesta acción moralizante contra la corrupción y la impunidad, -a la cual algunos sostienen que se ha adherido el Palacio Nacional, mientras otros creen que ha sido el gobierno quien la inventó- en el mundillo peledeista se infiere que básicamente persigue dinamitar a opositores internos. Las maniobras contra el expresidente Leonel Fernández y su entorno, llegó a situaciones extremas como el “Quirinazo”, lo cual ha dejado perplejo a los morados, que jamás imaginaron que se llegaría a tal extremo. Hoy Temístocles Montas, Radhames Segura, Julio César Valentín, se sienten víctimas del esquema darwinista.
4.- Otra vez la maquinaria reeleccionista: El país observa con espasmo como se ha vuelto a montar una campaña reeleccionista del Presidente Danilo Medina. Se están anticipando una serie de acciones tendentes a liquidar cualquier oposición interna que tienda a confrontar al ungido. Pero también, desde el oficialismo se trabaja en un plan B, desarrollando una estrategia mediática tendente a posicionar a figuras del entorno del danilismo, para si él mandatario decide no ir, abrirle paso a uno de sus visires. Pero la popularidad del Presidente Danilo Medina comienza a descender y cada día más sectores atizan cuestionamientos éticos al régimen, al punto de que un grupo de intelectuales ha elaborado un manifiesto pidiendo la renuncia del Jefe de Estado. Además, dirigentes del Comité Político, como Euclides Gutiérrez Feliz, hablan de que Estados Unidos “no quiere al PLD en el poder”. Y,
5.- La vocación unitaria de la oposición: Se observa un espíritu dialogante y unitario de los partidos opositores, quienes mantienen un diálogo permanente, fijan posiciones unitarias sobre grandes temas, mantienen acercamiento con grupos fácticos y acaudillan la movilización social que hay en el Movimiento Verde.
Todos estos elementos se están cocinando en el horno político. Sin ser determinista, considero que podrían contribuir al desalojo del PLD del poder, tronchando la meta de ese partido de eternizarse en el mando público hasta el 2044, cuando se conmemora el bicentenario de la Independencia Nacional.
Rubén Moreta. El autor es Profesor Sociología UASD