Entre el 26 de agosto de 2016 y el 31 de marzo pasado la filial de San Juan de la Maguana de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) realizó al menos una marcha provincial, once vigilias y 17 asambleas como parte de su lucha reivindicativa.
Los sacerdotes de la Diócesis de San Juan de la Maguana, Azua y Elías Piña, que encabeza monseñor José Dolores Grullón Estrella, aprovecharon la homilía del tercer domingo de cuaresma (19 de marzo) para denunciar que los estudiantes de la región eran afectados por los “métodos de lucha de los profesores” con pérdida de docencia de hasta 40% de las horas de clases, cuando la propia Ley de Educación manda a la repitencia al estudiante con una ausencia de 20%. Por esa razón, los religiosos exhortaron a los maestros a buscar “otras alternativas de lucha que no sacrifiquen a los niños en su proceso de aprendizaje”.
Los médicos rechazan la sentencia contra la ADP en Barahona.
Un tribunal civil de Barahona ordenó a los profesores de la provincia reintegrarse a la docencia e impuso el pago de un astreinte de RD$50,000 por cada día de incumplimiento. La decisión abrió una discusión sobre el derecho a la libertad sindical e hizo que la ADP recibiera el respaldo de otros gremios, como el Colegio Médico Dominicano (CMD), cuyo presidente, Waldo Ariel Suero, propuso un paro de labores simultáneo en hospitales y escuelas.
Existen 19 distritos educativos con pérdida de 20 a 46 días de docencia, otros 19 con 11 a 19 días, y cuatro con 10 días, según el Consejo Nacional de Educación, organismo que la semana pasada aprobó la puesta en ejecución de un “plan de contingencia” para 38 distritos educativos afectados por paros y recortes de horario en la docencia promovidos por distintas seccionales de maestros.
“Educación garantiza el cierre del año escolar 2016-2017, asumiendo el compromiso ético de adoptar las medidas que sean necesarias para que los estudiantes recuperen el tiempo de docencia perdido”, informó el consejo.
La ADP exige un aumento salarial de 15% para este 2017 y un incremento adicional en 2018. La presión disminuyó al aceptar una propuesta de 10%. “Lo consideramos un aumento pírrico y entendemos que debió hacerse efectivo en marzo, no para agosto”, asegura el profesor Jorge Ogando, presidente de la filial de la ADP en San Juan de la Maguana.
“Rechazamos, tanto el monto, como el plazo en que debe entrar en vigencia el aumento, porque en la seccional de San Juan de la Maguana entendemos que el Minerd tiene recursos y pudo ejecutar el incremento en marzo”, apunta Ogando, director de la Escuela del Hato de La Culata, San Juan.
La crisis obliga a enfocar la mirada en la forma en que el Educación invierte el 4% del producto interno bruto (PIB) que recibe desde 2013. El año pasado, el Minerd, que dirige Andrés Navarro, destinó RD$83,853.3 millones al pago de personal, equivalente a cerca del 66% de los RD$127,135.4 millones que ejecutó esa dependencia. Para este 2017 asigna el 87% (más de RD$124,531 millones) de sus ingresos a gasto corriente.
Espejo de Honduras
Al analizar el tema, la fundación Acción Empresarial por la Educación (Educa) insiste en que “la revisión y racionalización de la nómina del Minerd implicaría un ahorro entre cinco y seis mil millones de pesos anuales, equivalente a aproximadamente a un 5% del presupuesto educativo público preuniversitario, y a un 10% de la nómina actual”.
Los paros de la ADP afecta la docencia en las escuelas.
Pero los docentes insisten en demandar un incremento. Anyely Raquel Pérez, de 40 años de edad, madre de tres niñas, lleva una década como maestra de Sexto Grado de la Escuela del Hato de La Culata. Explica que labora de 7:45 de la mañana a 4:00 de la tarde. “Uno no tiene tiempo ni de comer”, se queja de la falta de talleristas para la tanda extendida.
Dice que “para ir equilibrando” el salario de los docentes, cada profesor debería ganar al menos RD$70,000. Ahora tiene un sueldo de RD$35,000, que al final queda en RD$28,000 debido los impuestos y al descuento de la cooperativa.
“Cuando inicié me pagaban RD$5,200 por tanda, en jornadas de 8:00 a 12:30 y de 2:00 a 5:30. Desde 2014 no se nos aumenta y el pacto educativo incluye un aumento del 100%”.
El economista José Rijo Presbot sotiene que Educación debe elaborar “un presupuesto que contemple mayores recursos para el pago del personal docente y una disminución de gastos no prioritarios para elevar la calidad de la enseñanza”.
También al director ejecutivo de Educa, Darwin Caraballo, le preocupa que en República Dominicana suceda lo mismo que en Honduras, que destinó el 7% de su PIB a la educación “y se tradujo todo en aumento salarial”. Aclara que la fundación respalda una mejoría salarial, pero solo “asociado a una evaluación de desempeño” que premie a los que docentes que trabajan más y que obtienen los mejores resultados.
Resalta que en el país el salario del docente subió en 67%, con lo cual los profesores de las escuelas públicas se convirtieron en el sector más privilegiado del país en los últimos años.
“Esto cuatruplica la inflación del período; es decir, la recuperación del salario es la más alta de la historia en términos reales, una conquista del magisterio, un compromiso de la sociedad y del propio Gobierno”, dice. “Ahora, falta la exigencia de que esto se traduzca en mejor calidad de los aprendizajes”.
Falta de planificación en Educación
El economista José Rijo Presbot plantea que, al analizar la estructura programática y la ejecución del Presupuesto de Educación al tercer mes de 2017, nota que el mismo “no responde a una verdadera planificación para lograr una educación integral y de calidad”.
“La partida para remuneraciones y contribuciones a la seguridad social asciende a RD$80,539.04 millones, representando el 56% del presupuesto total aprobado de RD$142,999.1 millones”.
Sostiene que con la primera asignación del 4% a Educación en 2013 se consideró el 31% para la construcción y ampliación de aulas, pero terminó en 23%.
Eso “distorsionó los objetivos estratégicos del Plan Decenal de Educación 2008–2018 y ha arrastrado las inconsistencias en los años siguientes”. Deplora que el monto destinado a remuneraciones para la dignificación del docente nunca se ha completado en función de desarrollo de capacidades y evaluación de desempeño.