SEÚL.- El heredero de Samsung, Lee Jae-yong, fue condenado hoy a cinco años de cárcel por corrupción en el caso “Rasputina”, que ha tambaleado los cimientos de la política surcoreana y deja sin líder al mayor conglomerado empresarial del país.
La justicia surcoreana halló hoy culpable a Lee, de 49 años, de sobornar a la expresidenta Park Geun-hye con el objetivo de obtener favores del Gobierno en su consolidación como líder del grupo.
El fallo emitido por el Tribunal de Distrito Central de Seúl pone ahora el foco en cómo el mayor “chaebol” (grandes conglomerados surcoreanos controlados por clanes familiares) enfrentará la falta de liderazgo en un grupo en el que el encarcelamiento provisional de Lee a mediados de febrero ya había hecho mella en su directiva.
Lee fue acusado de autorizar el desvío de 43.000 millones de wones (32,3 millones de euros/38 millones de dólares) a fundaciones bajo el control de Choi Soon-sil, conocida como la “Rasputina” por su amistad con la exmandataria, a cambio de que un fondo público de pensiones autorizara en 2015 una fusión de dos filiales de Samsung.