Las inundaciones en el estado de Texas provocadas por la tormenta tropical Harvey podrían alcanzar un coste de hasta 20.000 millones de dólares (16.605 millones de euros) para la industria de seguros estadounidense, lo que lo colocaría como uno de los diez huracanes más costosos en la historia de EEUU, según estimaciones de JP Morgan Chase.
En este sentido, según el banco con sede en Nueva York, el coste para las aseguradoras, especialmente por los destrozos e inundaciones que se han producido en las áreas de Houston y Galveston, alcanzarán, como mínimo, los 10.000 millones de dólares (8.303 millones de euros y podrían ascender hasta los 20.000 millones de dólares (16.605 millones de euros).
De hecho, según JP Morgan y otras entidades como Citi, el alcance real del desastre aún está por determinar, ya que todavía se prevé que las inundaciones continúen a lo largo de la semana.
No obstante, la mayoría de los hogares afectados no tiene pólizas para inundaciones, por lo que se estima que el impacto final sobre el sector de seguros no sea tan negativo, mientras que la asistencia llegará del fondo federal para catástrofes (FEMA).
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), no existen precedente de las inundaciones que ha provocado el huracán Harvey, dato que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) confirmó a través de su cuenta de Twitter, afirmando además que la totalidad de su impacto es aún desconocida y puede ir más allá de todo lo ya experimentado.
Interrupción de la actividad energética
Texas es uno de los Estados más importantes de EEUU en cuanto a su actividad energética, al suponer cerca del 30% de la capacidad de refino del país. El paso del huracán ha provocado el cierre temporal de muchas plataformas, de forma que se calcula que el 22% de la capacidad de producción de esta región está suspendida.
Según Citigroup, el cierre temporal de las refinerías podría servir como viento de cola para el petróleo, ya que al reducirse la oferta de crudo el precio tiende a situarse al alza. En este sentido, el banco cree también que la demanda de petróleo aumentará en cuanto se inicien las reconstrucciones.
Si bien, matiza que la volatilidad de los precios del petróleo relacionada con una tormenta siempre ha sido "temporal y de corta duración", y asevera que las distorsiones deberían desaparecer en dos o tres semanas, aunque la evolución de las inundaciones será clave para confirmar dicha tendencia.
Asimismo, recuerda que la temporada de máxima demanda de petróleo está a punto de terminar, por lo que en las próximas semanas esta variable estacional tendrá también efectos sobre el precio del 'oro negro'.
Por su parte, el precio de la gasolina en el mercado se ha incrementado más de un 5%, y los analistas prevén que este avance puede ser mayor si la suspensión de las refinerías se mantiene.
"Aún no conocemos el impacto real del huracán Harvey, pero es posible que estas compañías tengan que cancelar algunos de sus proyectos", explican desde Citigroup.
Sin embargo, la entidad cree que las compañías están "ampliamente diversificadas" entre regiones, por lo que "no deberían darse grandes cambios en las expectativas de sus ganancias para el conjunto del año".