NUEVA YORK. La estatua del fundador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, y otros emblemas que rinden memoria a su lucha independentista forma parte de la lista de símbolos considerados “infames” por los peticionarios, que reclaman sean eliminados de la ciudad.
Los adversarios de Duarte alegan que el patricio cooperó con la libertad de la parte oriental de la isla La Hispaniola, “pero siempre mantuvo una actitud segregacionista”.
Desde 2007, los activistas antiduartianos en Nueva York vienen ejerciendo presión a las autoridades locales para que los emblemas que honran su lucha sean eliminados.
Duarte, quien era hijo de Juan José Duarte, español, y Manuela Diez, dominicana. Nació en Santo Domingo (República Dominicana) el 26 de enero de 1813. Lidereó el movimiento de independencia o separación de Haití, que concluyó con la proclamación de la República el 27 de febrero d 1844.
Además de la estatua, situada en la intersección de la calle Canal y la Sexta Avenida (Avenida Las Américas) en el Bajo Manhattan, en los confines del Barrio Chino, los opositores a su memoria podrían reclamar que también se elimine su nombre de la plaza situada en la calle 170, entre avenidas Broadway y Saint Nicholas, la escuela PS 143 de la avenida Wadsworth y la calle 183 y los rótulos “Juan Pablo Duarte Boulevard”, los de la avenida Saint Nicholas en el Alto Manhattan y otras simbologías del creador de la República Dominicana.
De hecho, la estatua ha generado por años encendidas controversias en las que sectores aspiran a que sea removida del Barrio Chino y trasladada al Alto Manhattan, pero en el barrio con mayor población dominicana en Estados Unidos, el municipio ha alegado que no hay espacio para la estatua, mientras en la plazoleta de la calle 170 no hay un busto del libertador.
El espacio en el que está la estatua también se conoce como “Duarte Square”. La efigie fue desvelada en 1978.
Ataque en 2007
En julio de ese año, los vagones de los trenes que transportan miles de dominicanos desde y hacia el Alto Manhattan fueron inundados con propaganda ofensiva a la memoria de Duarte en los que se le acusaba de “racista”.
En el encabezado la propaganda tenía la palabra “El Padre del Racismo” y las letras estaban superpuestas sobre la imagen de Duarte.
En el texto, también se le imputaba ser un segregacionista que respaldaba a los imperios europeos y del Norte.
La publicación de los volantes, que fueron retirados desde entonces, fue reportada primero por el periódico hispano El Diario /La Prensa, el rotativo en español más influyente de la ciudad, hasta hace unos años.
En el volante, también se le calificaba como “diablo blanco”, conmocionando a muchos dominicanos, que reaccionaron airados ante la campaña que calificaron de “difamatoria” y “enemiga de la dominicanidad”.
El Instituto Duartiano, filial Nueva York, respondió calificando de ignorantes y blasfemos a los activistas que llevaron a cabo la campaña, de los que pocos dieron las caras en los medios.
Funcionarios del Consulado dominicano también reaccionaron y afirmaron que los volantes y varios documentales en los que se presentaban las deplorables condiciones de los braceros haitianos en los bateyes dominicanos no era una coincidencia, sino parte de un plan para desacreditar a Duarte y a la República Dominicana.