ROCKPORT, TEXAS, EE.UU.- Robert Zbranek ignoró la advertencia de abandonar esta ciudad costera de unos 10.000 habitantes, decidido a pasar el huracán Harvey a bordo de su yate, una de las tres embarcaciones que tenía amarradas en una marina local.
Sin embargo, después de sentir una sacudida a causa de los ventarrones de 209 kph (130 mph) y ver el hundimiento de una de sus embarcaciones durante la tempestad, Zbranke salió del yate de 11,5 metros (38 pies) de eslora y subió de prisa a su vehículo estacionado en el muelle durante el breve periodo de calma justo en el ojo del huracán.
“Todas mis pertenencias” estaban en la embarcación que ahora quedó medio hundida, declaró Zbranek el sábado en la tarde mientras señalaba hacia ella con una mano en la que tenía una cerveza.
Afirmó que no pensaba que Harvey, que tocó tierra cerca de Rockport, Texas, como un huracán categoría 4, sería tan poderoso a pesar del aviso de evacuación obligatoria y las advertencias de que podría suponer un peligro para la vida de las personas.