Nueva York.- Este lunes se cumplen 16 años de la tragedia que marcó un antes y un después en los Estados Unidos, cuando dos aviones se estrellaron contra el World Trade Center de Nueva York, causando la muerte de miles de personas.
El 11 de septiembre de 2001 cambió para siempre a Estados Unidos: alteró la diplomacia y política de seguridad de este país, que desde entonces libra una guerra perpetua contra el “terrorismo” yihadista sin lograr poner fin al “caos” en Medio Oriente.
Los ataques del 11-S provocaron la invasión de Afganistán por parte de una coalición liderada por Estados Unidos para desalojar al régimen talibán, que había ofrecido santuario al líder de Al Qaida, Osama bin Laden.
Todas las personas que se encontraban aún en edificios aledaños a las torres gemelas, comenzaron a correr imparablemente para que la gran nube de polvo no los alcanzara ni los asfixiara. Los equipos de rescate lograron salvar a la mayoría de éstos.
Dos años más tarde, en 2003, los estadounidenses lanzaron otra guerra contra Irak, acusando al por entonces presidente de ese país Sadam Hussein de ocultar armas de destrucción masiva.
Bin Laden fue eliminado por fuerzas especiales estadounidenses en una operación secreta en mayo de 2011 en Pakistán.