Luego de una larga demora, el “Tucanocaso” lo ha pasmado burdamente el ministerio público, que mediante una filosa navaja amputó del grupo de imputados a tres legisladores apuntados desde Brasil en la lista de implicados que involucra a la empresa vendedora de los aviones del escándalo que incluye varios países.
Todo lo equivalente al dedo en la llaga de certeras denuncias es tema de burlas en el Congreso, el Palacio y otras esferas oficiales y politiqueras.
Al destaparse el “Tucanocaso” trascendió porque Estados Unidos debió multar a la brasileña Embraer (segundo y tercer país enredados) por sobornar a funcionarios dominicanos en el triángulo de ocho aviones comprados con dinero público dominicano al costo aproximado de 93 millones de dólares.
Uno de los influyentes medios que reportó el escándalo internacionalmente, fue The Wall Street Journal, cifrando en 3.5 millones de dólares el monto del soborno del cual se acusó a la brasileña Embraer por pagar a civiles, militares y legisladores dominicanos por involucrarse en la compra.
En una foto de publicación internacional, el entonces presidente, Leonel Fernández, aparece jubiloso como piloto de un Tucano en tierra.
Por arte de magos, los legisladores que sonaron en el escándalo fueron esfumados del expediente del “Tucanocaso”.
Se ignora la reacción de los pontífices del sector privado y del Poder Judicial.
Este grave lodazal morado refuerza la afirmación de que el PLD es el mejor amigo y promotor “Uno-A” de la Marcha Verde: fenómeno social que genera multitudinarias movilizaciones.
En las redes sociales alguien comparó al PLD con el huracán IRMA, cuyo aviso de repercusión bastó para que la población se volcara sobre los supermercados, que hicieron su agosto y septiembre sin necesitar publicidad.
La experiencia IRMA-vuelco de compras aplicada al país presenta al PLD como alentador por excelencia de la Marcha Verde, por sus groseras travesuras que incrementan significativamente la indignación ciudadana.
La Marcha Verde podría desintegrarse en un futuro, pero por ahora tiene acorralado al PLD, al Comité Político y al Palacio, que resultan los más temerosos por el destino y desenlace de la dinámica del presente panorama.