Las presiones y rigidez del gasto corriente se ha convertido en un tema estructural para la formulación del presupuesto debido al incremento de partidas de forma recurrente, como la inversión del 4% del PIB en la educación preuniversitaria y los intereses de la deuda.
Así lo afirmó ayer el titular de la Dirección General de Presupuesto (Digrepres), Luis Reyes Santos, quien advirtió que esos gastos seguirán aumentando en los próximos años en detrimento del gasto de inversión.
Reyes detalló que desde el 2012 el incremento del gasto corriente ha sido de RD$241,000 millones, de los cuales 79%, o sea 190,000 corresponde a educación y pago de los intereses, por lo que solo el 21% está destinado a los demás renglones. Para el próximo año el gobierno diseñó un proyecto de Presupuesto General de RD$814,821 millones, el cual está pendiente de aprobación en el Congreso.
En cuanto al elemento de la rigidez, Reyes explicó que seis grandes renglones representan el 87% del total del gasto operacional de las instituciones. De los recursos restantes, el 18% (RD$19,891 millones) iría al pago de intereses.
Reyes apuntó que el gobierno debe asegurar la operatividad de las instituciones públicas, de ahí que no hay retrasos en pagos de nóminas y servicios indispensables para la marcha del gobierno.
Dijo que los gastos operacionales, intereses de la deuda, el 4% del PIB a la educación, transferencias a otros poderes del Estado, son partidas que no se pueden tocar.
Recordó que dentro de las transferencias están los pagos a pensionados civiles y militares y las destinadas al sector eléctrico.
“Esas partidas representan el 87% del total del gasto del gobierno, por lo que al gobierno solo le queda un 12% para cumplir con las políticas priorizadas”, dijo.
Cuestionado de si el gasto educativo (RD$152,765 millones) no tiene componentes de inversión, recordó que las inversiones en infraestructura se han ido reduciendo mientras que partidas como alimentación escolar en 2018 aumentará debido al incremento de más estudiantes en la Jornada Escolar Extendida.
Además apuntó que el gasto de educación está clasificado internacionalmente como gasto corriente, aunque contribuye a la formación de capital humano.
“Tenemos problemas de rigidez en el gasto, de la inercia en ese gasto y esos problemas son recurrentes, estructurales que han venido ocurriendo en los últimos tres o cuatro años. Ese es el contexto en que se está dando la formulación del presupuesto del 2018”, expresó Reyes al participar en el Almuerzo de Medios del Grupo Corripio.
Contrario a los topes. Reyes es contrario a la asignación mediante ley de recursos como topes del presupuesto o del PIB y entiende que lo mejor es asignar fondos basados en resultados.
En tal sentido, apuntó que si asignaran los recursos que las instituciones tienen contemplado por leyes, debería buscarse RD$454,469 millones.
Indicó que para el 2018 a esas entidades se están consignando RD$254,225 millones, por lo que se requerirían RD$200,000 millones adicionales para cumplir con esas leyes que comprometerían el 60% del presupuesto e incrementaría el déficit a 7.2% del PIB.
Dijo que el único tope de ley del que el gobierno mantendrá su cumplimiento es el 4% del PIB para la educación preuniversitaria, debido a que fue fruto de pacto social de amplia base.
Cuestionó los criterios de racionalidad que se tomaron al establecer topes para determinadas instituciones, lo cual hay que revisar, pues hay algunas que les sobran recursos mientras a otras les faltan, sin embargo rehusó citar nombres para evitar controversias.
La deuda. En cuando a la deuda pública, Reyes indicó que el gobierno ha ido reduciendo la cantidad de recursos que se invierten en pagar los intereses, al punto que al 2012 representaban un déficit primario de -3.4% del PIB y ahora están 1.2%. Mientras que el resultado financiero ha mejorado de -5.3% a -2.2%.
En término global significa que en el 2012 la deuda para el pago de los intereses representó RD$129,000 millones y para 2018 esto habrá bajado a RD$45,000 millones.
Espera que la deuda como porcentaje del PIB irá bajando a partir del 2020, lo cual podrá acelerarse con una reforma fiscal.
Dijo que el gobierno ha cumplido con la meta de bajar el déficit, hacer las cuentas fiscales sostenibles y cumplir compromisos de pagos lo que manda un mensaje positivo a los mercados internacionales a donde cada año va para financiar el presupuesto, lo que se ha logrado a tasas ventajosas para el país.