“Entre los planes reportados por Facebook figura el de emplear a personas que cuentan con el certificado nacional de seguridad estadounidense y que puedan usar sus contactos de Inteligencia para controlar qué leerán, mirarán o escucharán millones de personas”, escribe columnista irlandés Finian Cunnigham en un artículo para RT titulado ‘El gigante mediático se convierte en un arma de la Inteligencia de EE.UU.’.
El columnista cita una información de Bloomberg, según la cual “empleados con dichos certificados de seguridad nacional pueden acceder a información calificada por el Gobierno estadounidense”. “El Plan de Facebook es usar esas personas y sus habilidades para recibir información gubernamental sobre potenciales amenazas a la red”, añade la información.
En particular, el objetivo de la compañía pasaría, según Cunnighan, por “la búsqueda proactiva de sospechosas campañas en redes sociales contra las elecciones”. En este sentido, el articulista ahonda en la polémica suscitada por la supuesta influencia de Rusia en las elecciones presidenciales y el papel jugado por las compañías de Internet en este asunto.
Cunnigham recuerda que, a raíz del informe de las agencias de Inteligencia presentado a primeros de años, en el que se acusaba a la Federación de Rusia de interferir en la campaña presidencial estadounidense, se generó una matriz de opinión antirrusa. “Bajo el absurdo disfraz de protegerse de las noticias falsas y de la intromisión extranjera en las elecciones, Facebook se está convirtiendo en un censor del gobierno”, sostiene el autor.
En este sentido, el columnista recalca que “lejos de cualquier influencia extranjera o de manipulación rusa sobre la libertad de expresión y estadounidense, los cimientos de la democracia estadounidense se ven cada vez más afectados y limitados por el control de las empresas más poderosas en el país”.
Asimismo, se refiere al peligro que se deriva del control mediático de grandes corporaciones de noticias en Estados Unidos. “Irónicamente, son estos medios de comunicación los que han divulgado las mayores noticias falsas, como las armas de destrucción masiva inexistentes en Irak que conllevaron a una guerra de diez años con Estados Unidos y mataron a más de un millón de iraquíes”, explica.
Para Cunnigham toda esta matriz de opinión promovida por las grandes cadenas de noticias estadounidense no es otra cosa que “una historia fabricada que se está utilizando para aplastar las fuentes críticas alternativas”.