En lo que va de año el Gobierno español ha realizado dos subastas de renovables por 8.000 megavatios. En estos concursos los protagonistas fueron Endesa y Gas Natural -dos utilities con baja exposición a estas energías verdes-, mientras que otros grandes jugadores como Iberdrola, EDP o Acciona decidieron abstenerse de participar en las mismas, una tendencia que en el caso de la última tiene todos los visos de mantenerse.
Con la incertidumbre regulatoria que rodea al sector, la firma de los Entrecanales no piensa acudir a estas subastas en España, lo que le permitirá que su negocio internacional de renovables alcance la paridad con el patrio en 2020. La compañía tiene una cartera de 7.500 megavatios -con un reparto del 60% en España y del 40% en el extranjero- y espera adjudicarse entre 500 y 600 megavatios anualmente en el extranjero, con lo que, incluso en la parte baja del rango, en 2020 el negocio internacional alcanzaría los 4.500 megavatios que controla en territorio nacional.
El cambio regulatorio
La clave de esta tendencia reside en el cambio regulatorio que se espera en España y las mejores rentabilidades que ofrecen los kilovatios en el extranjero. Con el marco actual, la retribución de las renovables se sitúa en el 7,4%. Este retorno se fijó para el periodo 2014-2019 y está basado en sumar una prima de 300 puntos básicos al bono español a 10 años. De mantenerse esta política -como ha asegurado el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal-, con la brutal caída de rentabilidades del mercado de deuda estos podrían caer hasta en 300 puntos básicos para el periodo 2020-2025. "Esto supone un riesgo a medio plazo para el ebitda [beneficio bruto] de la base instalada de Acciona", explican desde HSBC.
Con estas perspectivas, fuentes próximas a la compañía destacan la mayor rentabilidad sobre el capital (ROE) que se obtiene en el extranjero -la ratio se sitúa entre el 10,5 y el 12,5%- y la intención de la compañía de crecer en sus principales mercados fuera de España, como son México, Chile, Australia, Canadá, Estados Unidos o Sudáfrica, este último está parado pero que volverá a funcionar en los próximos años. Además, el plan es crecer tanto en eólico como en fotovoltaico. El peso del negocio de la energía sobre el beneficio bruto de la compañía no deja de crecer y en el primer semestre del año ya supuso casi dos terceras partes del total -ver gráfico-, mientras que apenas supone un cuarto de la facturación total. Y es que el margen bruto obtenido en el negocio energético supera el 40% y el del resto del grupo apenas alcanza el 8,5%.
El principal punto fuerte de la empresa es, precisamente, su exposición al negocio en renovables. De acuerdo con los datos de Energy Intelligence, la española es la compañía del mundo en el que el peso de la energía verde es mayor sobre el total, con un 90% de sus megavatios, muy por delante de otras firmas como E.On, EDP, NextEra o Iberdrola (ver gráfico).
Sin embargo, una de las características que para muchos inversores penaliza a la firma española es el aspecto de holding familiar que le da sus participaciones en negocios que no tienen relación alguna con la energía.
En este sentido, recientemente la utility ha colocado Trasmediterranea por más de 400 millones. "La venta de este negocio es bienvenida, pero el alto endeudamiento de la compañía necesita más desinversiones, en nuestra opinión", señalaban desde HSBC. Sin embargo, los planes de la empresa no pasan por complacer el deseo de muchos inversores y analistas. Fuentes del sector explican que ninguno de los negocios que tienen cierto peso en las cuentas de Acciona está en venta actualmente y explican que no se deben esperar más colocaciones en el corto plazo.
En todo caso, la firma ha visto cómo en los últimos días las casas de análisis han mejorado su recomendación, lo que le ha permitido volver a ser un comprar para el consenso de mercado. En concreto, BPI y Fidentiis han sido las últimas en actualizar su consejo sobre la firma y ambas invitan a adquirir sus títulos, fijando su valoración en 86 y 90 euros, en cada caso.
Después de sufrir un retroceso del 2% en lo que va de 2017 y del 20% desde los máximos marcados durante el mes de junio, los analistas otorgan a la compañía un potencial del 21%, hasta alcanzar los 83 euros en los que sitúan su precio justo.