El 27 de octubre, el presidente de España, Mariano Rajoy, anunció el cese del Gobierno catalán, la disolución de todo el Parlamento y la convocatoria de elecciones autonómicas para este 21 de diciembre después de que el Parlamento de Cataluña proclamara la independencia de esa comunidad autónoma.
Este lunes, el mandatario ha señalado que España podría experimentar un crecimiento económico del 3 % en 2018 “con que la estabilidad, la tranquilidad y la normalidad vuelvan a Cataluña”.
Mientras Madrid apuesta por la vuelta de la serenidad a esa región tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, la mayoría de los catalanes no apoyan el proceso independentista, según revela un reciente sondeo.
Un mes después de esa proclamación de independencia, solo el 24 % de los encuestados quiere seguir adelante con el secesionismo, mientras que el 71 % apuesta por intentar buscar un acuerdo con el Gobierno español para resolver la situación.
“El independentismo no está aumentando respecto a las elecciones de 2015”.
Mariona Ferrer, periodista del diario Ara, ha comentado a RT que “estos días vamos a ver gran paridad de encuestas” y que “el independentismo no está aumentando respecto a las elecciones que hubo en 2015”.
Al mismo tiempo, Ferrer ha señalado que “el independentismo está viendo dificultades para construir un relato con el 155 impuesto”, aunque los constitucionalistas —un bloque formado por el PP, los socialistas (PSC) y Ciudadanos— “tampoco suman la mayoría”.
Del entusiasmo a la tristeza
Por su parte, el politólogo Nuño Rodríguez sostiene que los datos del sondeo “son normales”, debido a que “la movilización no puede ser permanente” y el entusiasmo del electorado “se ha convertido en tristeza”.
Rodríguez considera que “todas las justificaciones con las que estaban haciendo la movilización se han disipado: ya no hay independencia, ya no hay reconocimiento internacional, las empresas se han ido, los bancos se han ido! y “no hay reconocimiento alguno” por parte de “ningún actor válido”.