Incremento de las pérdidas, ingresos decepcionantes, usuarios y anunciantes 'confundidos'. Los resultados de Snap, matriz de la app Snapchat, volvieron a decepcionar y el mercado reaccionó con descensos que llegaron a superar el 22% en la versión extendida del mercado, el after hours. La compañía, uno de los 'unicornios' (start-ups tecnológicas que superan rápidamente los 1.000 millones de valoración pese a no tener negocios consolidados) ha anunciado un rediseño para intentar resucitar. ¿Puede valorarse en 15.000 millones una compañía sin ingresos como Snapchat?
Lejos queda el subidón del primer día, allá por los primeros días de marzo, un 44% que se ha transformado en un descenso del 10% desde los 17 dólares fijados en la opv (y que llegaron a ser casi 30 dólares de máximo). Y todo ello, en pleno asedio del gran gigante Facebook, que se ha inspirado en su app para seguir dominando las redes sociales.
- Snap, la matriz de la app, perdió 443,2 millones en el tercer trimestre
- Anuncia un rediseño porque los usuarios no saben cómo funciona
- Spiegel reconoce que los cambios afectarán al negocio a corto plazo
Lo primero, las cuentas. Snap volvió a decepcionar a los analistas de Wall Street tras anunciar que triplicó sus pérdidas en el tercer trimestre, hasta los 443,2 millones de dólares. Esas pérdidas llegan con unos ingresos de 207,9 millones de dólares, un 62% más, pero por debajo de los esperado por los analistas por tercer trimestre consecutivo.
¿El problema? La compañía asegura que los usuarios (178 millones con un incremento de 4,5 millones, frente a los 180,5 millones estimados) no saben utilizar su app de vídeos y fotos efímeras. Lo que en su momento se consideraba su mayor atractivo entre adolescentes, ahora se convierte en un problema para el necesario crecimiento en ingresos. Mientras, los anunciantes tampoco responden, y Snap reconoce que bajaron los precios publicitarios, dificultando su modelo negocio.
Por ello, Snap ha anunciado que va a cambiar radicalmente su app, prácticamente su único negocio, tras reconoce el fracaso de sus Spectacles, sus gafas 'sociales' y que tampoco han arrancado. De hecho, el exceso de inventario le ha provocado unas pérdidas de 39,9 millones de dólares.
Rediseño sin garantías y sin detalles
Pero ese rediseño no garantiza nada, como reconoce el propio consejero delegado: "Hay una gran posibilidad de que el rediseño de nuestra aplicación afecte a nuestro negocio en el corto plazo, y todavía no sabemos cómo va a comportarse nuestra comunidad que empiecen a usar la aplicación actualizada". Spiegel, ante los inversores, pidió poco menos que un acto de fe, "estamos dispuestos a asumir este riesgo para lo que creemos que será un beneficio sustancial en nuestro negocio a largo plazo".
Un acto de fe, además, sin demasiados detalles. Spiegel aseguró que la naturaleza de Snapchat -las conversaciones entre amigos- no cambiará, aunque se introducirá un algoritmo para que los usuarios lleguen a historias que podrían ser de su interés. La clave es que será más fácil acceder al contenido de terceras partes, lo que podría ayudar a los medios a obtener más dinero por la publicidad en la app.
El problema no es exclusivo de los usuarios. Los anunciantes tampoco consiguen entender el negocio. Los comerciales de la compañía tienen que explicar que no funciona como una red social (no se comparte el contenido, ni se le da a 'me gusta', ni hay un repositorio de noticias o posts).
El contenido compartido con los amigos se muestra separado del contenido profesional, de cuya publicidad vive Snapchat, ya que la comparte con los medios. Además, consigue algunos ingresos cobrando a los usuarios para tener opciones más avanzadas para editar sus fotos y vídeos.
La compañía ha reconocido que el precio por anuncio ha caído un 60% en plena transformación del sistema de venta hacia uno basado en las subastas, y Snap promete que una vez que más empresas entren en las pujas los precios se recuperarán. En cualquier caso, muchos comerciales siguen viendo a la app como un experimento, a pesar de valer 18.000 millones de dólares en bolsa.
Si se confirman en la apertura de Wall Street las caídas tras el cierre del mercado, Snap podría acabar con una capitalización bursátil similar al otro gran 'unicornio' roto de la tecnología, Twitter. En cualquier caso, su historia no parece una sorpresa, ya que desde hace casi dos años se ve como la burbuja de empresas tecnológicas sin negocio claro se está, al menos, ralentizando.