El Gobierno central aporta 55 millones "no reintegrables" para el congreso en Cataluña y se reponsabiliza de que Ayuntamiento y Generalitat aporten 110.
Las grandes empresas del sector defienden Barcelona como lugar idóneo para el MWC y critican a Colau
Lecciones del Mobile World Congress
El Mobile World Congress 2018, en cifras
El conjunto de los contribuyentes españoles hacen un notable esfuerzo a fondo perdido para que Cataluña albergue y retenga el congreso mundial de móviles.
El Gobierno central es el garante del desembolso de al menos 165 millones de euros de subvención ante GSMA, la asociación londinense de las grandes operadoras internacionales que organiza el congreso. Más de la mitad de esta cifra está aún pendiente de pago y se trata de subvenciones «no reintegrables», según consta en los informes económicos de la Fundación Mobile World Capital que preside Ada Colau y confirman ex altos cargos del Gobierno central consultados por
EL MUNDO que negociaron el contrato.
Esta aportación arrancó en 2011 cuando el congreso de móviles se venía celebrando en Barcelona tras dejar previamente Cannes y, a la vista del éxito, diversas ciudades europeas se dirigieron a GSMA para albergar en el futuro el principal congreso de telecomunicaciones del mundo.
Fuentes del equipo del entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguran que Múnich particularmente ofrecía importantes subvenciones «y hubo que igualarles para retener el congreso en Barcelona». Se dispararon así los compromisos del Estado.
Sebastián tuvo una discusión en la época con la entonces vicepresidenta económica, Elena Salgado. porque en aquel verano de 2011 la vuelta a la recesión y el descontrol del déficit era difícil otorgar tamañas subvenciones a fondo perdido para la celebración de lo que se consideraba una feria internacional de unos días.
Sebastián se impuso con apoyo del presidente Zapatero y el Ministerio de Industria firmó un acuerdo por el que aportaría anualmente cinco millones de euros de los Presupuestos del Estado blindados a cualquier intento de recorte posterior. Además, era garante último de que la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona aportaran otros cinco millones cada uno.
El contrato vencía en 2018, pero ya en 2015, el ministro de Industria, José Manuel Soria, aceptó renovarlo hasta 2023 en los mismos términos. El resultado es que el Gobierno habrá aportado a fondo perdido 55 millones entre 2012 y 2023 y garantizado otros 110 de las otras dos administraciones.
Tanto Sebastián como Soria coincidieron en considerar esta inversión pública como altamente rentable, puesto que llega a generar más de 400 millones anuales de ingresos en una ciudad española tan importante como Barcelona.
Es la capital catalana la principal beneficiaria del negocio inducido y creación de empleo generada, aunque el Mobile World Congress es el congreso internacional más importante que se celebra en España. Fuentes del equipo de Sebastián aseguran que el papel del Gobierno central fue «fundamental» para retener en Barcelona este evento. «Para los organizadores era imprescindible que el acuerdo fuera asumido por la Administración Central del Estado», recuerdan.
Tanto es así que Soria tuvo que hacerlo como Real Decreto y admitir en él implícitamente el papel de garante del Gobierno central «Así es, si la Generalitat o el Ayuntamiento incumplen, la Administración Central responde, aunque con derecho a reclamárselo después», explican en su equipo. En todo caso, la Generalitat no puede asumir compromisos financieros estos años sin el respaldo del Fondo de Liquidez Autonómica. Además, en el contrato figuran cláusulas que liberan a la organización de salir de Barcelona si no existe estabilidad.
El esfuerzo del Estado se complementa con la concesión de «los máximos beneficios fiscales» a las empresas que, como Telefónica hacen aportaciones a la organización. También hay dinero estatal para proyectos relacionados como el Mobile Acceleration Hub, una incubadora de nuevas empresas a la que el Ministerio destinó 1,75 millones y la Generalitat, 300.000 euros en 2016.