El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) presentó ayer en su sede de Madrid el informe Compromiso 2025 como parte de su estrategia para luchar contra el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible en la banca española, con el fin de dar un paso más y llevar a cabo iniciativas reales para reducir el peligro ambiental global en el mercado financiero. El dato más relevante de este plan es el compromiso de movilizar 100.000 millones de euros hasta 2025 en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera, y mitigar el influyente papel de la banca en los riesgos medioambientales.
La entidad presidida por Francisco González quiere encabezar el cambio de la banca ante los riesgos medioambientales a través de un marco -que verá la luz el próximo mes de marzo- vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y alineado con el Acuerdo de París sobre el clima.
Además, el marco estará basado en los Green Bond Principles (GBP) y Social Bond Principles (SBP) de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés), que supondrá un mercado de 12 billones de dólares al año y una inversión anual esperada de entre cinco y siete billones hasta 2030.
Se trata de un movimiento "necesario" para el lanzamiento "este año" del primer bono sostenible propio que "podrá incorporar tanto activos verdes" (para usos exclusivos destinados a la transición hacia una economía sostenible); "como bonos sociales" (aquellos cuyos fines conllevan un trasfondo social).
"Hemos incluido una visión más integral y alineada a estos Objetivos de Naciones Unidas" mientras que "otros bancos se han centrado exclusivamente en la parte de financiación verde", lo que convierte a BBVA en el segundo banco del mundo en establecer un marco de acción basado en los recursos establecidos por esta organización mundial, según estas fuentes. En esta línea, la movilización de 100.000 millones de euros se abordará desde varios frentes, con 70.000 de los cuales destinados a la transición hacia una economía baja en carbono a través de una financiación verde; 18.000 millones destinados a la inversión de proyectos con un impacto social positivo; y 12.000 en infraestructuras sostenibles y agribusiness, todo ello "bajo criterios estrictamente sostenibles".
El proyecto se llevará a cabo en un contexto en el que existe "un punto de inflexión" y en el que cada vez más inversores y fondos internacionales basan sus decisiones en función del plan de acción sostenible que lleve a cabo dicha entidad. "Este cambio lo está pidiendo tanto el cliente corporativo como los propios inversores" señala el director global de negocio responsable de BBVA, Antoni Ballabriga.
En un futuro no muy lejano
El Compromiso de BBVA juega "un rol clave" como representante de la banca europea en el Comité Directivo Global del foro de finanzas sostenibles de Naciones Unidas (UNEP FI, por sus siglas en inglés) y su plan de acción comienza por la estrategia de adhesión al 'Science Based Targets Initiative' y a la 'RE 100 Initiative' que promoverá la alineación de su actividad para que el escenario de calentamiento global no supere los dos grados centígrados en 2050, para lo cual habría que reducir a la mitad (del 80% al 40%) la dependencia de combustibles fósiles de hoy en día.
BBVA asume también el objetivo de que el 70% de la energía que el banco contrate a partir de 2025 sea renovable e incluso llegar al 100% en el uso de esta energía en 2030 -un requisito que ya se cumple en España a día de hoy- , por lo que BBVA se posiciona como "el primer banco español en sumarse a este compromiso", subraya Ballabriga. En esta línea, la compañía asume además el objetivo de reducir un 68% sus emisiones directas de CO2 respecto al año 2015.
Líneas de acción
Además de la movilización de capital, los objetivos del 'Compromiso 2025' están basados en otras dos líneas de acción. Una de ellas es la gestión de riesgos ambientales y sociales, tanto positivos como negativos, derivados de esa transición hacia una economía sostenible, para lo que es fundamental "una transparencia en los datos sobre la exposición a combustibles fósiles"
En concreto, BBVA destinó un 3,4% de sus activos a este tipo de energías, lo que en cifras supone un total de 23.370 millones. No obstante "no hay datos de referencia" puesto que "no hay bancos españoles que publiquen estos datos", pero, aunque no hay una "cifra exacta" habrá un proceso de "descarbonización progresiva" según el líder de negocio responsable de la entidad.
En esta línea, se pondrán en marcha, según estas fuentes, una serie de "normas sectoriales" basadas en estándares internacionales, como el Plan de la Comisión Europea sobre finanzas sostenibles -cuyas medidas serán publicadas el próximo 7 de marzo-, e integradas al nuevo Compromiso de Derechos Humanos. De este modo, BBVA dejará de financiar nuevas operaciones expuestas a minería y carbón, con el objetivo de reducir los 133 millones de euros destinados a esta energía por parte de la entidad, aunque habrá "excepciones" en los casos de países con una elevada dependencia energética y sin alternativas viables. Aún con esto, el banco español excluirá definitivamente a clientes en los que más de un 40% de su actividad consista en generación eléctrica a carbón.
Como parte de su estrategia, BBVA forma parte del grupo piloto compuesto por 16 entidades, entre ellos Banco Santander, que participa en un proyecto sobre información financiera relacionada con el cambio climático.
Además, la compañía de González llevará a cabo la progresiva implantación de las recomendaciones TCFD del Consejo de Estabilidad Financiera, unas sugerencias que pueden pasar a ser obligatorias en el año 2020.