Compañías como Iberdrola, Gas Natural o Telefónica, busca nuevas líneas de negocio ofreciendo servicios energéticos y de telecomunicaciones que permiten a las explotaciones agrícolas y ganaderas reducir costes y mejorar su competitividad
Ya no son sólo los fondos soberanos -brazo inversor de los Estados- o el capital riesgo los que han puesto el foco en el sector agrario y agroalimentario. Cada vez son más las grandes compañías del Ibex 35 las que se lanzan a la búsqueda de negocio en el campo aprovechando la oportunidad que les ofrece la necesidad de los agricultores y ganaderos de reducir costes, la acelerada digitalización que está viviendo el sector o los criterios de sostenibilidad que está imponiendo el cambio climático.
Iberdrola fue una de las primeras compañías pioneras en lanzar soluciones a medida para el sector. A través de la iniciativa Smart Solar, la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán ofrece un servicio integral a los regantes que incluye el diseño, montaje y puesta en marcha de placas fotovoltaicas para reducir la factura energética, una de los costes fijos más importantes para la agricultura de regadío. Su propuesta incluye también facilidades de financiación en colaboración con Agrobank, además del mantenimiento, gestión y supervisión de la planta a través de herramientas web y aplicaciones.
Smart Solar ofrece paneles solares, un inversor, un grupo electrógeno que ve reducido su uso y régimen de funcionamiento gracias a la energía que se genera en los paneles fotovoltaicos, bomba de pozo que se encarga de extraer agua del fondo a la superficie, sistema de riego para alimentar tanto la bomba de relleno de la balsa como las bombas de presión y un sistema para monitorizar la instalación a través de servicios web o aplicación móvil de forma remota. Iberdrola ha cerrado además acuerdos de colaboración con proveedores para desarrollar su nuevo producto. De este modo, la eléctrica ya trabaja, entre otras, con las empresas Ingeteam y Yingli Solar, que ponen a disposición equipos como inversores fotovoltaicos, inversores de baterías, energy management systems, accesorios y software para comunicaciones, además de los paneles solares fotovoltaicos.
Desde la compañía eléctrica, se asegura que ahora mismo están en un proceso de divulgación de la iniciativa con contactos con organizaciones agrarias y colectivos que puedan estar interesados. "Las primeras impresiones revelan un alto nivel de aceptación" señalan fuentes de la empresa.
Plantas de biogás sin coste
En el campo de los servicios energéticos, Gas Natural también está dando pasos los primeros pasos para adaptar su oferta a las nuevas necesidades del sector agrario y agroalimentario. Gas Natural Soluciones ha alcanzado un acuerdo con la valenciana Genia Gobal Energy para el suministro e instalación de plantas de producción de biogás a partir de los residuos ganaderos o de la industria agroalimentaria.
A través de su solución SmallBiogas, Genia Global instala plantas que convierten los desechos orgánicos en biogás, que puede ser usado directamente como energía calorífica para usar en la explotación o ser transformada en electricidad. Dependiendo de la cantidad de residuos que genere la explotación se puede llegar a autoabastecer completamente las necesidades energéticas. El acuerdo establece que Gas Natural Soluciones costea totalmente la instalación a cambio de la energía que produce la explotación durante 10 años. Así, una granja, cooperativa o industria alimentaria, consigue no solo deshacerse de sus residuos, sino obtener un valor de ellos al convertirlos en fertilizantes. Además pagará menos durante ese periodo por la energía consumida y a partir del décimo año, obtendrá la planta en propiedad. Todo sin arriesgar ni un solo euro.
"A nosotros lo que nos diferencia es que hacemos que las ganaderías o las industrias agroalimentarias ganen en competitividad al reducir sus costes y mejorar sus márgenes de beneficio. De esta manera, a medio o largo plazo serán mucho más eficientes y podrán realizar mayores inversiones y poder diferenciarse, por lo que podrán sobrevivir", afirma Gabriel Butler, CEO de la compañía, que ha construido la segunda mayor central de biogás de Europa, concretamente en Ucrania (39MW de potencia) que utiliza la pulpa de remolacha y una planta de biogás en Palestina (200KW) que utiliza estiércol de vaca y genera 1,7 GW/h/año de electricidad.
La instalación es muy fácil porque es un container totalmente montado, con el bloque de generación adaptado a las necesidades que tiene el agricultor o el ganadero -bien electricidad o calor o ambas -. Además, se instala un pequeño digestor para generar el fertilizante que luego se puede aprovechar en la explotación, con lo que se cierra totalmente el círculo.
Cambio de modelo
"Entendemos que es una revolución porque estamos cambiando el modelo en el que las empresas entienden el uso de la energía. La industria tiene que ser cada vez más competitiva pero tiene un inconveniente y es que al crecer cada vez tiene un problema mayor con sus residuos. Nosotros con SmallBiogas conseguimos transformar lo que ahora es un coste en ingresos", asegura Butler.
A eso se añade otra potencial ventaja, explican desde la compañía. "De cara a los clientes de los ganaderos, las grandes empresas transformadoras de leche, incorporan un producto que viene con una baja carga de CO2, lo que les permite ofrecer productos más sostenibles y verdes al consumidor", añade Butler. Lo importante para instalar estas pequeñas plantas de biogás son dos variables: que haya suficiente producción de residuos y que consuman la energía que se produzca para que el ciclo tenga sentido. En vacuno de leche serían unas 300 vacas y en cerdos, un mínimo de 2.500-3000 animales, que viene siendo una granja estándar en España. El acelerado proceso de digitalización del campo está generando movimientos también entre las grandes compañías de Telecomunicaciones.
Recientemente Telefónica, a través de la empresa del grupo Visualnacert dedicada al sector agrotech, anunciaba su estrategia de impulsar la digitalización de las explotaciones agrícolas en España en colaboración con la multinacional John Deere. Este acuerdo se materializa con la puesta en marcha del proyecto Visual Green, un cuaderno de campo y costes automatizado que permite al agricultor identificar de forma rápida, precisa y visual sus costes e incrementar la productividad de su explotación.
Cuaderno de campo automatizado
La plataforma recoge y procesa de forma telemática, automatizada y en tiempo real, todos los datos recopilados por la maquinaria agrícola de John Deere para crear un cuaderno de campo y un análisis de costes automatizado del agricultor, que le ayudará a digitalizar la gestión de su explotación agrícola y a reducir los trámites burocráticos.
El negocio de Telefónica no se circunscribe al ámbito español. Al tratarse de un operador global y de una actividad que se desarrolla en todo el mundo, las posibilidades de negocio no tienen fronteras.
De hecho, hace apenas un mes Telefónica y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han firmado una alianza para colaborar en el desarrollo y la puesta en marcha de iniciativas de innovación, digitalización y análisis de datos en el sector agrícola para potenciar el desarrollo de la agricultura, la seguridad alimentaria y nutrición. Esta alianza pone un énfasis especial en la necesidad de brindar un apoyo concreto a las comunidades locales rurales/ agrarias en el acceso a la información. Este acuerdo tiene una duración inicial de tres años y está en línea con el rol clave del sector privado para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, y más concretamente en el papel que compañías como Telefónica pueden jugar en las actividades estratégicas de la FAO, facilitando la transformación digital de sectores productivos como la agricultura, la pesca, y/o el sector forestal, así como la gestión de recursos naturales y cambio climático, entre otros.
Fuera del parqué, el interés por la agricultura de las grandes empresas también crece. Así, el grupo Agbar destinará 50 millones en los próximos dos años para hacerse fuerte en el ámbito rural, incluso con la adquisición de compañías. La estrategia persigue avanzar hacia la comercialización de paquetes de servicios que ofrezcan soluciones para optimizar el consumo de agua, energía y fertilizantes. El objetivo de la filial de la multinacional Suez es igualar sus líneas de negocio, en las que ahora el 70% de su facturación se consigue al proveer de agua potable a municipios, otro 20% en las actividades productivas y el 10% restante en la agricultura.