Una mala postura puede afectar muy negativamente a la calidad del sueño y acabar repercutiendo en nuestra salud.
Ya sea por las preocupaciones del día a día, por estrés o por algún dolor eventual, son cada vez más las personas que tienen problemas para dormir bien. Es muy importante hacerlo siempre durante un tiempo apropiado y con un horario establecido, pero, incluso así, a veces la sensación de cansancio no desaparece.
La razón en estos casos podría ser algo tan simple como la postura que tomamos durante el sueño. Así lo afirma en Popular Science Selby Harris, profesora de la Facultad de Medicina Albert Einstein. Según ella, no existe una posición definitiva, ya que ésta debe adaptarse a las circunstancias de cada individuo. Para saber cuál le correspondería, es importante tener en cuenta una serie de directrices.
Mejor dormir boca arriba
Por lo general, se aconseja dormir boca arriba para evitar dolores musculares, resultantes de una mala postura. Sin embargo, esta postura se desaconseja en el caso de personas roncadoras.
Elige el lado izquierdo
Por lo general, dormir de lado puede provocar dolores en la cintura y en los hombros. Sin embargo, si no queda más remedio, ya sea por los ronquidos o por incomodidad, se recomienda reposar hacia el lado izquierdo.
El motivo es que, en el caso contrario, se relaja el músculo del esófago que normalmente mantiene los ácidos estomacales lejos de la garganta. Por eso, sobre todo se recomienda evitar dormir sobre el lado derecho a las personas propensas a padecer ardores.
La peor postura: boca abajo
Prácticamente nadie acostumbra a dormir boca abajo. De hecho, según la National Sleep Foundation, sólo un 7% de la población lo hace. Y es normal, ya que es una postura incómoda en la que se ejerce presión sobre todo el cuerpo, provocando consecuencias como hormigueo, entumecimiento o dolor muscular.
Almohadas para dormir mejor
Las almohadas juegan también un papel esencial en el mantenimiento de una correcta postura. Para empezar, los expertos recomiendan colocar una almohada debajo de las rodillas para apoyar la parte inferior de la espalda y elegir para la cabeza una que sea suficientemente gruesa, pero algo plana, para reducir la tensión del cuello.
Además, para aquellas personas que quieran comenzar a dormir boca arriba, pero sean conscientes de que una vez dormidos cambiarán la posición inconscientemente, se recomienda colocar a los lados almohadones que impidan el giro. Incluso hay quien recomienda atar una pelota de tenis a la parte superior del cuerpo para que se clave al cambiar de posición, pero esa sería ya una medida bastante extrema. Seguir estos consejos puede ser la solución perfecta a un largo periodo de insomio. Vale la pena intentarlo.