WASHINGTON— El presidente de Estados Unidos Donald Trump evocó el sábado la frase política “misión cumplida”, tras los ataques aéreos liderados por las fuerzas estadounidenses en Siria.En 2003, cuando viajaba a bordo del avión presidencial Air Force One en California, el entonces presidente George W. Bush usó el lema “misión cumplida” para declarar que los principales operativos de combate en Irán habían terminado, apenas seis semanas después de la invasión.Sin embargo, la guerra se alargó durante muchos años después de la declaración del mandatario, quien fue criticado por la frase.
Trump publicó en Twitter que el operativo militar en Siria de la víspera fue “un ataque ejecutado a la perfección”. También agradeció a sus aliados, Francia y Gran Bretaña, por su “sabiduría y el poderío de su ejército. No pudo haber habido un mejor resultado ¡Misión cumplida!”, tuiteó el mandatario.
Unidades de la policía siria entraban el sábado en la ciudad de Douma, el último bastión rebelde en la región de Ghouta oriental y que el pasado fin de semana fue escenario de un supuesto ataque con armas químicas, dijo la televisora estatal de Siria.
La cadena mostró a policías sirios ondeando banderas del país en lo que parecía ser el límite de la ciudad, que está justo al este de la capital, Damasco, y dijo que la “presencia terrorista” en Douma terminará “en unas horas”.
La entrada de las fuerzas del gobierno a Douma se produce después de un acuerdo mediado por Rusia para lograr la rendición y evacuación de los miles de rebeldes y civiles que vivían en la ciudad.
Douma y la extensa región de Ghouta oriental estaban en manos rebeldes desde 2012 y durante años han supuesto un quebradero de cabeza para el gobierno del presiente Bashar Assad. La toma de Douma por parte del gobierno supone un gran victoria para Assad.
Cientos de sirios desafiaron los ataques de Estados Unidos y sus aliados al salir a manifestarse en una emblemática plaza de la capital siria, agitando carteles de victoria y haciendo sonar las bocinas de sus autos.
Las manifestaciones comenzaron a primera hora del sábado tras la ofensiva militar conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia para castigar al presidente Bashar Assad por un supuesto ataque químico contra civiles. El gobierno sirio niega las acusaciones.
En Damasco, el centro del poder de Assad, cientos de residentes se congregaron en la Plaza Omayyad, muchos con banderas de Rusia e Irán. Algunos aplaudieron y bailaron mientras otros manejaban convoyes y hacían sonar sus bocinas.
La televisora estatal siria emitió en directo desde la plaza donde la multitud se mezclaba con hombres uniformados y personalidades, entre las que había un actor y varios legisladores.