El Centro Nacional Electoral de Venezuela ha anunciado este martes que las elecciones presidenciales se celebrarán el 28 de julio, el día del nacimiento de Hugo Chávez. La autoridad electoral lo ha hecho público precisamente hoy, la fecha en la que murió el impulsor del movimiento político que gobierna el país desde hace más de dos décadas. La fecha exacta en el calendario, que toda la comunidad internacional aguardaba, pone en marcha un proceso electoral complejo y muy cuestionado, del que ha sido vetada la principal opositora, María Corina Machado, para despejar el camino del presidente Nicolás Maduro. La campaña tendrá lugar entre el 4 y el 25 de julio.
Los candidatos podrán inscribirse entre el 21 y el 25 de marzo. Lo que en cualquier país podría parecer un trámite administrativo sin mayor importancia, en Venezuela resulta capital. El chavismo se ha mostrado inflexible con la participación de Machado, que lidera la mayoría de las encuestas que se han hecho públicas en los últimos meses. Los tribunales, controlados por el oficialismo, se escudan en una supuesta falta que cometió con sus gastos en sus tiempos como congresista, la época en la que se dio a conocer por enfrentarse dialécticamente a Chávez.
La oposición la eligió para enfrentarse a Maduro en este 2024 en unas primarias que sorprendieron a todo el mundo, principalmente a Maduro. Dos millones de venezolanos salieron a la calle y votaron masivamente a Machado. Era una demostración de fuerza de una política que hace unos años mantenía posiciones muy extremistas antichavistas, pero que en los últimos tiempos ha moderado sus posiciones para dirigirse a un público más amplio.
La comunidad internacional ha intentado en los dos últimos años convencer al chavismo de la necesidad de la celebración de unas elecciones limpias y transparentes en las que la oposición tuvieran opciones reales de victoria. Se hablaba de una especie de transición democrática que se llevara a cabo con el consenso de todas las partes.
El Gobierno de Joe Biden, el presidente francés, Emmanuel Macron, o el colombiano, Gustavo Petro, han tratado de impulsar esta vía de diálogo. El chavismo, sin embargo, argumentaba que las sanciones internacionales que pesan sobre el país impedían cualquier tipo de acuerdo. Maduro llegó a decir que si no se levantaban esas restricciones no se celebrarían unos comicios democráticos.